Mansión Perdida RPG

[Comienza, probablemente, cuando se saludan por la mañana.

Cómo anda, mi pana, dice uno. El otro ni idea, no soy mecánico, ¿lo mandaste al taller? Entonces el primero pregunta confundido que qué cosa y el segundo responde que el auto, pero si necesitas uno te presto el mío, apaña. Y es cuando se están preguntando que cómo un carro puede enchular nada, o que por qué te están hablando de sus problemas de movilización, o que qué manera de responder a un saludo es esa... es que se dan cuenta.

Sí, hoy es el día.

Hoy es el día en que te mandarán a comprar una torta, volverás con un pastel y quedará la crema. Hoy es el día en que pedirás una pajita para tu zumo y alguien te comentará muerto de risa que estarás haciendo a un japonés muy feliz. Hoy es el día en que alguien te dirá que no seas memo y tu responderás que no, no te llamas Guillermo. Hoy es el día en te invitarán a fumarte un pitillo y te maravillarás de que puedan hacer eso con un pantalón. Hoy es el día en que te declararán que Elvis es la hostia y te preguntarás si volvieron a encontrar su cara en un pan. Hoy es el día en que te cuestionarás si tienes cara de huevo gigante, de pelota gigante o de buey.

El asunto es que no entiendes ni jota y todo suena como una reverenda boludez, y que qué chingados está pasando. En algún momento detendrás a cualquier persona, desesperado, y le gritarás "¡Háblame, chamo!".

Y cuando te respondan "Ah, ¿te llamas Habla? Un gusto", sabrás que todo se fue a la chucha.

Y que hoy invertirás en un diccionario.]

((Evento del traductor roto. Aprovechen para el AC y hagan la weá que quieran. <3))

[Los árboles poco a poco están comenzando a perder sus hojas, que caen y desaparecen arrastradas por el viento, como aquellos que hemos perdido y nos han dejado atrás. Como aquello que hemos perdido, o hemos dejado atrás.

En una biblioteca en Nadalandia, hay libros llenos de hojas, hojas llenas de árboles, árboles dibujados con palabras que crecen hasta formar un bosque de recuerdos, hechizos e ilusiones. Frente a esos libros, dos magos que han sido dejados atrás se sientan, lamentando lo perdido, y se consuelan del único modo que conocen: conjurando y entretejiendo recuerdos, hechizos e... ilusiones.

Pero quizás la pena es muy grande, o demasiado el encanto, y lo que debiera ser una visión para unos pocos crece y se propaga, invisible como un aroma, y alcanza muchos ojos y muchas mentes. Y es así como, caminando por las calles, de pronto te encontrarás entrando a ese paisaje tan amado, a esa ciudad añorada, al sitio donde deberías estar, a ese lugar que no conoces pero al que, sin saberlo, tu corazón pertenece. Y el aire salado en tus cabellos y el sabor de la fruta se siente real, el pasto bajo tus pies o la nieve sobre tu piel no puede ser un sueño, el sonido de los pájaros y el aroma de las flores son demasiado ciertos para creer un engaño.

Lamentablemente, tampoco es una verdad. Pero, ¿dónde queda la magia, si no es en pretender por un momento que pueda serlo? Porque es innegable que lo que ves, escuchas y sientes está ahí, incluso si es sólo en tu pensamiento. ¿Y qué importa, realmente, que no lo sea, cuando te permite regresar por un momento a ese lugar o ese momento deseado, cuando tal vez incluso te permite llevar contigo a quienes nunca podrían conocerlo, para que sus sentidos puedan deleitarse con los tuyos también?

Incluso si lo que sientes no es real, te recuerda que esos lugares lo son, lo fueron. Que tal vez podrían volver a serlo, que tal vez podrías regresar. Estas imágenes son una brisa de esperanza, por muy breves que sean, por rápido que vayan a desvanecerse en nada otra vez.

Por eso se llaman ilusiones.]

((Para distraerse de los sad fucks que son, Marco se puso a enseñarle a Merlín a crear ilusiones y el asunto se salió de control. Si sus musos/as pueden detectar magia probablemente puedan seguir la fuente hasta ellos, que andan por acá. Los personajes podrán encontrarse con ilusiones muy reales de sus lugares favoritos/los lugares en que más les gustaría estar, recorrerlos e invitar a otros a recorrerlos con ellos, pero no durarán para siempre.))

[Tras estos embarrados y húmedos días, es un buen momento para algo un poco más alegre, a ver si se motivan un poco aquellos que andaban mopeando por ahí.

¿Y qué mejor forma de alegrarse que con algo dulce y colorido? Por distintos lados tanto en la ciudad en las afueras de ésta, puede que en el centro comercial o cerca del lagomar, o en el parque o donde sea, encontrarán unos simpáticos peloteros de varios tamaños, listos para tentar a su niño interno. Estos peloteros tal vez parezcan algo inusuales, siendo que todos tienen la forma de una gran canasta, algo apropiado para la fecha. No sólo eso, sino que entre las típicas pelotitas de plástico podrán encontrar huevos de chocolate, primorosamente envueltos y listos para que se los roben de ahí.]

[Pero el motivo pascuoso y los colores no son lo único llamativo de estos peloteros dispersos por el lugar. En cada uno de ellos, hay un cartel, decorado con conejitos, el cual dice:

"Siéntate, y haz un nuevo amigo."

¿Cuál es la idea? Pues eso, precisamente. En cada pelotero pueden entrar hasta dos personas (o no-personas) a la vez, y una vez que sean dos no podrán salir por un tiempo limitado. Con algo de suerte, harán caso al cartel y querrán entrar con alguien a quien quizás no conocen bien todavía, para charlar de cualquier cosa y tal vez compartir el chocolate disponible. O ayudar a revolver entre las pelotitas para encontrar más de ellos. ... O revolearse las pelotitas por la cabeza.]