[Los árboles poco a poco están comenzando a perder sus hojas, que caen y desaparecen arrastradas por el viento, como aquellos que hemos perdido y nos han dejado atrás. Como aquello que hemos perdido, o hemos dejado atrás.
En una biblioteca en Nadalandia, hay libros llenos de hojas, hojas llenas de árboles, árboles dibujados con palabras que crecen hasta formar un bosque de recuerdos, hechizos e ilusiones. Frente a esos libros, dos magos que han sido dejados atrás se sientan, lamentando lo perdido, y se consuelan del único modo que conocen: conjurando y entretejiendo recuerdos, hechizos e... ilusiones.
Pero quizás la pena es muy grande, o demasiado el encanto, y lo que debiera ser una visión para unos pocos crece y se propaga, invisible como un aroma, y alcanza muchos ojos y muchas mentes. Y es así como, caminando por las calles, de pronto te encontrarás entrando a ese paisaje tan amado, a esa ciudad añorada, al sitio donde deberías estar, a ese lugar que no conoces pero al que, sin saberlo, tu corazón pertenece. Y el aire salado en tus cabellos y el sabor de la fruta se siente real, el pasto bajo tus pies o la nieve sobre tu piel no puede ser un sueño, el sonido de los pájaros y el aroma de las flores son demasiado ciertos para creer un engaño.
Lamentablemente, tampoco es una verdad. Pero, ¿dónde queda la magia, si no es en pretender por un momento que pueda serlo? Porque es innegable que lo que ves, escuchas y sientes está ahí, incluso si es sólo en tu pensamiento. ¿Y qué importa, realmente, que no lo sea, cuando te permite regresar por un momento a ese lugar o ese momento deseado, cuando tal vez incluso te permite llevar contigo a quienes nunca podrían conocerlo, para que sus sentidos puedan deleitarse con los tuyos también?
Incluso si lo que sientes no es real, te recuerda que esos lugares lo son, lo fueron. Que tal vez podrían volver a serlo, que tal vez podrías regresar. Estas imágenes son una brisa de esperanza, por muy breves que sean, por rápido que vayan a desvanecerse en nada otra vez.
Por eso se llaman ilusiones.]
((Para distraerse de los sad fucks que son, Marco se puso a enseñarle a Merlín a crear ilusiones y el asunto se salió de control. Si sus musos/as pueden detectar magia probablemente puedan seguir la fuente hasta ellos, que andan por acá. Los personajes podrán encontrarse con ilusiones muy reales de sus lugares favoritos/los lugares en que más les gustaría estar, recorrerlos e invitar a otros a recorrerlos con ellos, pero no durarán para siempre.))