Mansión Perdida RPG

[A un par de semanas de que empiece el otoño, hoy al salir de tu casa te vas a encontrar con uno - o dos o quince - danbos en la puerta de tu casa, con un gran carro que dice COLECTA NADALANDENSE PARA AYUDA DE DANBOS DESVALIDOS.

Los danbos aceptan de todo, juguetes, ropa, libros viejos, cachivaches, roomies molestos, cualquier cosa de la cuál te quieras deshacer.

Y quizá esto te inspire. Año nuevo - bueno, en el tercer mes del año nuevo todavía se está más hacia allá que hacia acá - cosas nuevas. Así que, ¿por qué no aprovechas la recolección y haces limpieza de casa?

¡Afuera lo viejo, dentro lo nuevo! ¿Tienes ropa deshilachada y rota que no has sacado porque TOTALMENTE vas a arreglarla y lleva ahí cerca de dos años? ¡Fuera! ¿Todavía escuchas música en cassettes? Para eso existe Nadafy. ¿Totalmente pensabas arreglar ese invento que no funcó pero en lugar de eso empezaste otro? ... sí, ese mejor quédatelo, no vaya a ser que haga boom o algo.

EL PUNTO ES. ¡Limpieza de otoño! Agarra tus trapitos y ponte a limpiar y recoger]

[[¡Post abierto! No lo estoy manejando, entremézclense como quieran]]

((Post de continuación del Baile de San Valentín))

[¿No tenían suficiente con romper edificios? Hoy tal vez tengan la oportunidad de ponerse al día. ¡Candados! Hay candados y cadenas por todos lados. Candados pequeños y frágiles, candados grandes y pesados, modernos o antigüos y oxidados... Los encontrarán por donde sea.

Puede que despierten para darse cuenta que sus armarios estén cerrados con uno, que su heladera/refrigerador/etc esté rodeada de cadenas, o también las ventanas en su habitación, u otras cosas en ella. ¿Tienen un arma que usan regularmente, y planeaban practicar este día? Tal vez la encuentren encadenada a la pared. ¿El negocio al que van siempre, propio o ajeno? Tendrá esta "seguridad" extra ahora.

Pero eso no es todo - no sólo se encadenan cosas. Tal vez sean ustedes mismos los que amanezcan encadenados a sus camas. Shut up, Hook. Tal vez lleven esposas en las muñecas o cadenas en los tobillos, o se den cuenta que terminaron encadenados a un árbol de por ahí cual hippie cualquiera, no que alguien les haya consultado si querían hacerlo. Tal vez estén encadenados a su mejor amigo... o a su enemigo jurado.

Claro que por esta vez, los candados no están cerrados con magia. ¿Tienen poderes propios? ¿Fuerza sobrehumana? ¿Saben abrir candados con alambres? Adelante, ábranlos o háganlos mierda todo lo que quieran. Aunque por supuesto, pueden volver a aparecer, y algunos de ellos tal vez sean extrañamente más resistentes que otros (no queremos aburrir a los godmods locales). ¿Qué pasa si son unos simples mortales sin capacidades para librarse de esto? Bueno... sí hay llaves desperdigadas por ahí, por el piso, por rincones de las casas, colgadas de árboles y edificios. Muchas de ellas normales, y otras llaves maestras que les evitarán perder tanto tiempo. Será cuestión de probar hasta que algo funcione. Y si no, a esperar que para cuando se termine el día desaparezcan todos.]

[[Post de... bueno, lo que dice. Música cool de fondo intensifies. Mézclense como quieran.]]

[Buenos días, Nadalandia. Es un día hermoso y cálido aún, aunque la promesa del otoño ya empieza a acercarse. Pero por hoy, quizá quieras aprovechar el día limpiando o pasándolo con tus seres queridos.

O quizá quieras romperlo todo.

Estamos hablando de que te estás dando cuenta de que sigues atrapando en Nadalandia dios mío santísimo ¿cuánto tiempo siquiera llevas ya?. O quizá tuviste un pleito con tu roomie y lo único que quieras es patear paredes (te estamos viendo, Kuryakin) o que estés muy frustrado y termines reventando tuberías (Jackson, Merlín, todavía tenemos su cuenta pendiente) o que por un exceso de emociones hayas terminado reventando ventanas o causando temblores (Morgana, Celia, Nico, en serio PAREN). O simplemente has tenido un mal día y lo que más te gustaría es poder ponerte a romper cosas, pero no quieres que te cobren por ellas.

¡Pues hoy estás de suerte!

Hoy hay un nuevo edificio de cinco pisos de alto - piensen centro comercial, no departamental - a las afueras de Nadalandia con un vistoso letrero.

EDIFICIO BREAKDOWN.
(todo es rompible)

Y en una caseta a la entrada hay un aburrido danbo que recibirá la cooperación voluntaria - de quince rupias hacia arriba, no TAN voluntaria, ¿creen que estamos hechos de dinero acá? - para que puedan pasar al edificio. En la entrada los espera unos guantes y googles de protección (la seguridad ante todo), y un montón de mazos y martillos que pueden tomar a su gusto, con un letrero que les indica que son libres de romper todo lo que quieran dentro del edificio, ya que la Gerencia hizo cálculos y les sale más barato estar dando un edificio en el que todo sea rompible cada mes, a dejar que sigan destruyendo Nadalandia. ¡¿Saben lo mucho que se tiene que pagar de regalías por la Nada, descriteriados?!

... ehem.

En fin, que si se deciden a, pueden pasar a cualquiera de los múltiples pisos que tiene el edificio, que está lleno de cristalería, de mesas volteables, platos, muebles, y todo lo que puedan sentir que necesitan para poder calmarse y volver a un estado zen.

O al menos no destruir Nadalandia otra vez, sheeze]


[[¡Post abierto! No lo estoy manejando, entremézclense y rompan cosas]]

[¿Cómo están esos corazones llenos, esas sonrisas idiotas y esos suspiros enamoradizos? O, alternativamente, esos corazones rotos, esas caras llenas de pena y esos suspiros de lánguida tristeza. Sean cuáles sean las consecuencias que el ardoroso baile de esta semana haya dejado, es posible que hoy encuentren otra manera de evadirse en su burbuja del amor, o de distraerse con algo de caras y cuerpos bonitos o... de simplemente ser un nerd.

Así es, porque desde temprano, y con el anuncio de la renovación de la línea de tenidas medievales de la Psychic Boutique, la Gerencia parece haberse inspirado y haber decidido aportar con su granito de arena, convirtiendo el terreno en las afueras de la ciudad, cerca a la boutique, en una colorida feria medieval.



Está repleta de todo lo que podrían esperar en una feria medieval, por supuesto. Tiendas con comida típica de esa época, con instrumentos musicales curiosos, con libros y pergaminos antiguos, con joyería y adornos varios. Es posible que incluso hayan dejado un puesto para cada una de las armerías de Nadalandia, para que puedan exponer aquellos implementos más acordes a la temática. Danbos vestidos como mercaderes atienden la mayoría de los puestos, otros avanzan por ahí en zancos y haciendo malabares, y unos cuántos tocan mandolinas y flautas en un escenario más allá, cerca de una gran y larga mesa de madera que contiene un banquete digno de cualquier señor feudal. Probablemente aquellos provenientes de épocas medievales no podrán evitar sentir algo de nostalgia... o encontrar uno que otro error, qué hace reloj ahí. Hey, la Gerencia se esfuerza, pero no es perfecta.

Y al final de la feria se encuentra la boutique, exponiendo su colección de nuevas tenidas en elegantes percheros o en aún más gallardos y bellos modelos. Seguramente se encontrarán con su dueña en un hermoso vestido, dándole la bienvenida a todos y animándolos a probar un cambio en su armario, ya sea porque lo necesitan o porque quieren probar algo nuevo y más... dramático.

E incluso si no tienen ningún interés en comprarse una hermosa capa de terciopelo, o una diadema o esa montura para caballo con campanillas, puede que de todas formas terminen en medio de la feria, vestidos para la ocasión. ¿Por qué? Porque no sean amargados.

Así que agarrénse del ruedo del vestido y acomoden gallardamente su capa sobre el hombro, que es momento de disfrutar de las atracciones hasta que el sol se ponga y desempolvar su tablero de D&D.

No mientan. Sabemos que tienen uno. Nerds.]

((Random post para vestir a los musos como príncipes y princesas, porque nosotras lo valemos. Pueden encontrar a Alice por acá, por lo demás el post es libre para que lo usen como quieran.))

[Comienza desde tempranito, y sigue a lo largo del día, hasta que el reloj de la alcaldía marca la hora señalada en las invitaciones: calor, calor, y más calor, del que te pega el cabello a la nuca y te hace querer languidecer en una silla o en tu cama, demasiado embobados para hacer mucho de nada. Tal vez varios optarán por hacer simplemente eso, y quedarse en sus casas tratando de pasar la repentina ola de calor de la mejor forma posible; o tal vez serás de los obligados que se dejaran envalentonar por el viento dulzón que apenas llega (¡pero llega!), y se encaminarán hacia el lugar de reunión.

Espera. ¿Dulzón?

Sí. Es... no son flores. Tampoco es algo cítrico. Demasiado como de tierra para tratarse de un perfume, demasiado suave a pesar de lo pesado que se le hace a varios. Es dulce, y algo fuerte, casi amargo sin llegar a serlo del todo, y mientras más se acerquen al centro de la ciudad, más como que se les hará agua la boca, más como que les picarán las manos, la luz amarilla de los faroles y las velas y la luz en los rostros de los que ya están ahí tomando a más de uno por sorpresa. Es demasiado luminosa, demasiado pura - como la forma en que algunas de las parejas que ya están en la pista se miran, algo parecido a las flores (literalmente flores, ¿y cómo...?) enmarcando el pequeño mundo que crea su intimidad.

Es como si mientras más imposible fuera, más real te pareciera; la forma en que sus ojos se tocan, cómo un halo de mariposas sigue a una dama, cómo la luna se refleja en los ojos de un caballero, cómo una música más suave brota para los amantes que se alejan del bullicio hacia los sauces y sus cortinas (¿desde cuando hay sauces por ahí cerca?). Sí, mientras menos te preocupas en pensarlo, más correcto parece todo, y menos importante se te hace el agobiante calor. Hay mesas (toscas, casi, madera recién pulida y sillas pesadas a juego) y sillas en las que descansar, una barra de licores cuyos nombres pocos conocen pero cuyos sabores varios terminan queriendo repetir (fuerte, es demasiado fuerte - como todo el resto de las cosas, de las ocurrencias), mesones con frutas y caramelos y cacao.

Una orquesta que toca, gente sombra que canta, una pista amplia, amplia.

Y la música... algo más intenso a lo que algunos estarán acostumbrados, sin duda. Pero hay licor y hay fruta, un calor de mil demonios y una tarjeta que debe ser llenada. Bailar nunca le ha hecho mal a nadie, y esa picazón en sus manos sí amaina cuando están haciéndolo, ¿verdad? ¡Qué conveniente eso! Así que, ¿para qué quejarse? ¿Para qué llorar? Ya están aquí. Y el perfume lo llena todo, la guitarra los llama a todos, y ah... él está ahí, ella está ahí. El rostro por el calor encendido, su pecho agitado...

Vamos, queridos míos. Ésta noche es para ustedes.

Feliz San Valentín.]


((¡Post de San Valentín! Aquí tienen una útil playlist para que se hagan una idea de lo que irá sonando, pero sientanse libres de usar sus propias cosas. Recuerden que sus monos estarán forzados a bailar pegaditos con los monos y monas de su elección. Y como nota adicional de último momento: cualquier efecto shoujo que quieran darles a sus criaturas corre; ya sean luces o burbujas o flores que caen misteriosamente o lo que sea, tienen chipe libre para pasarlo.))