Mansión Perdida RPG

[Ya ha pasado una semana desde que nuestros visitantes nos dejaron, y la vida en Nadalandia ha regresado a la normalidad, tanto como la conocemos en este mundo, al menos.

Pero pareciera ser que alguien, en alguna parte, ha decidido que eso es tiempo más que suficiente de tranquilidad. Por eso es que hoy, si no se fijan bien al abrir la puerta de su casa para comenzar responsablemente con sus quehaceres matutinos, van a terminar cayendo de cabeza... en el agua.



En algún momento de la noche, todas las calles de la ciudad terminaron convertidas en verdaderos canales, por algún motivo. Pero esta inundación no parece ser una simple rotura de cañerías en alguna parte: es más bien como si el lago-mar de pronto simplemente hubiera decidido entrar a la ciudad para hacer una visita, y ahora recorriera tranquilamente sus calles. Y como para no ser maleducados y facilitarle las cosas a la húmeda turista, las casas y edificios han tomado altura, de modo que el agua fluye con una profundidad considerable. Lo que los deja con un problema logístico, por supuesto... ¿cómo diablos van a hacer para cruzar la calle?

Ese misterioso (y generoso) alguien se ha anticipado a su pequeño predicamento, y ha tendido pintorescos y encantadores puentes en puntos estratégicos entre manzana y manzana. Pero los puentes no son tan numerosos como deberían, y para eso están las simpáticas góndolas que se encuentran ancladas en pequeños puertos en cada esquina, con un danbo gondolero vestido apropiadamente para la ocasión. Por lo tanto, no debería haber mayor problema para que hagan su rutina como siempre, simplemente teniendo cuidado de que no se les vayan a caer las llaves de la casa al agua, o algo por el estilo. Qué desgracia.

Hacia el atardecer, en uno de los puentes cerca del parque, aparecerá una mesa con varios pergaminos y plumas de escribir, y muchas botellas de diferentes formas y tamaños. Junto a ellas hay un cartel que reza "Mensajes en una botella para los ausentes", y que promete hacerle llegar las cartas a sus destinatarios. ¿Cómo, y en cuánto tiempo? Quién sabe. Pero lanzar la botella al agua y verla alejarse calle abajo, tal vez te entregue más esperanza que no hacerlo.

Y, al caer la noche, los canales se iluminarán con la luz de las estrellas y los faroles de las góndolas zurcando lentamente el agua. ¿Saldrás a dar un paseo nocturno y admirar la postal? ¿Intentarás gastarle una broma a alguien y empujarlo al agua? ¿Eres uno de los pocos (des)afortunados que apareció vestido como gondolero y tendrá que dirigir una de las góndolas por el resto del día? ¿Le enviarás un mensaje en una botella a esa persona que se marchó hace poco, o que no has visto en años? ¿O tal vez la idea de tanta agua junta te desagrada y preferirás salir un rato de la ciudad?

El día es tuyo para decidirlo.]

((Random post al estilo de Venecia, porque sí. Jueguen cosas lindas, cosas angsty, cosas tontas. Ooooh, l'amore...))