Mansión Perdida RPG

[En tiempos difíciles, a veces no basta con una caja llena de cachorritos adorables y cariñosos para aliviar tu aflicción, ni es suficiente la excusa distracción que ofrecen las vitrinas vistosas o los rostros hermosos para olvidar tus problemas. A veces lo único que de verdad, de verdad, de verdad necesitas... es emborracharte un poco.

La H. Gerencia, conocedora y ferviente creyente de esta verdad, ha considerado que en vista de las circunstancias y situaciones de ciertos particulares, tal vez sea momento de desempolvar las botellas, limpiar los vasos y darles esa dosis de alcohol que tanto necesitan. Aunque no la quieran. Silencio, la necesitan.

Es por eso que durante el día de hoy, sin importar dónde se encuentren, es posible que en algún momento aparezcan sentados a la mesa o barra de alguno de los bares de nuestra pequeña ciudad-- el bar Clover para aquellos que necesiten un ambiente más relajado y acogedor, el bar La Cueva para aquellos de negra pena y negra alma. O tal vez algún lugar más expuesto, para aquellos que prefieren el verde de los exteriores. Cómo y dónde sea, frente a ustedes no faltará una superficie llena de botellas de diversas bebidas alcohólicas, vasos y copas, un sorprendido desconocido víctima de la misma situación y una curiosa nota sobre la mesa que reza:

Yo nunca, nunca...

He quedado atrapado en una mesa con un/a desconocido/a hasta encontrar cinco cosas en común con él/ella.

¿Suena familiar? Si tu pura e inocente persona jamás ha tenido que enfrentarse a un vaso de alcohol y una persona dispuesta a afirmar frases incómodas/ridículas/indiscretas/improbables para hacerte admitir que te reconoces en ellas vaciando tu vaso de un sólo trago... entonces probablemente necesites que te lo expliquen. Si no, ya sabes que llegó el momento de empinar el codo, campeón.

La H. Gerencia es una entidad responsable, por supuesto, y no permitirá que nadie menor de catorce años se vea puesto en este embrollado atolladero (los retamos a repetir eso tres veces sin enredarse después de las primeras tres copas, los retamos). Después de todo, ustedes también son adultos responsables, y perfectamente capaces de hacerse cargo de alguno que otro adolescente mareado o tirado en el suelo por ahí, ¿no?

Al finalizar el día es probable que los adolescentes no sean los únicos tirados en el suelo, o montando alguna escena digna de grabarse para futuros chantajes. Depende de cuán resistentes sean (y qué clase de ebrios sean), claro, para que terminen cantando a todo pulmón por la calle, o llorando patéticamente sus penas de amor, o declarándose amistad eterna, o agarrándose a patadas, o agarrándose... agarrándose.

Pero cualquier mala decisión futura que estén por tomar, no es que no tomar sea mucha opción ahora mismo, ¿no? Así que muy bien podrían hacerlo contentos y aprovechar la oportunidad de conocer a una nueva persona en estas anecdóticas circunstancias.

Después de todo, hoy la cuenta va por la casa.]

((Post de borrachos, versión Never Have I Ever: dos personajes que no se conozcan deberán vaciar su vaso completo cada vez que uno diga, por turnos, una frase que los identifique. Aprovechen para el AC, descontrólense harto y recuerden que si van a tomar, tomen conciencia, harhar. Así que pasando las llaves del auto, a ver.))