[¿Creyeron que la puerta de la mansión las pasó negras ayer? Pues hoy no tendrá descanso tampoco. Si pasan por la entrada, verán a un hombre muy frustrado entrando a la casa. Y luego saliendo. Y entonces entrando otra vez. Y luego saliendo de nuevo. Entrando. Saliendo. ¡Entrando! ¡Saliendo! Y asi
ad nauseum, siempre repitiendo palabras mágicas entre los dientes y poniéndose más ansioso a medida que transcurre más el tiempo y no pasa nada. Puede que reconozcas palabrotas si sabes hablar galés.
¿Necesitas entrar o salir? ¿Él te está poniendo de los nervios? ¿O sólo quieres fastidiar? Adelante, interrumpe al mago y trata de sacarle conversación... si te deja.]
((Howl de la novela Howl's Moving Castle, damas y caballeros. Cualquier semejanza con un personaje del Estudio Ghibli sólo dura por 45 minutos de película es pura coincidencia. Y que sepan que éste es rubio de botella, así que técnicamente no entra en posibles pup-fetiches que crean que tengo yo.))