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Nadalandia | Toda la noche
[Comienza con los caminos.
Tiempo atrás, un muchacho se dio a la labor de iluminar el largo sendero que hoy en día los conecta con el cementerio y alguno de los locales más antiguos. El muchachó se marchó, pero su labor quedó. Te damos las gracias, Flynn Scifo— gracias por mantener a raya la oscuridad durante el trayecto a casa. Tu labor se ha vuelto innecesaria por hoy, pero aún así, gracias.
Continúa con los edificios.
Un día, otro espléndido muchacho decidió que era necesario hacer de este pequeño mundo vacío un jardín, y llenarlo de flores. La persona a su lado no vio porqué no, y juntos obraron ardua y ampliamente, en flores y en concreto y en rupias.
Gracias por las risas, Tamaki-kun. Y gracias por la pequeña economía que echaste a andar, Kyouya-san. Ese día, lo que encontramos detrás de su puerta fue sin duda deslumbrante.
Pequeños hogares que alguien levantó para otros.
Un santuario para las penas que querían ahogar.
Una Torre alta. Edificaciones de frío metal.
Las cosas que fueron creadas y regaladas para su beneficio.
Y las estatuas de piedra por las que nadie se detiene ya.
Todo esto vamos a reclamar, hasta que no quede nada de lo que se puedan aferrar y se encuentren despertando sobre el césped. Ocurre rápido y silenciosamente, también— un parpadeo, un segundo de oscuridad apenas, para que incluso los pájaros nocturnos queden con la sorpresa bien puesta. Hogares y calles y faroles y arena y polo y mar (mil disculpas por el inconveniente, Capitán, pero no será ni el primer ni el último pirata que incordiamos. Gafes del oficio, ya ve).
El bosque es lo único que crece, porque es lo único con lo que se rellenan los espacios vacíos que van quedando. El Bosque y el camino de tierra por el que hace años un grupo pequeño caminó. Naturalmente, de ese grupo nadie queda ahora. El tiempo pasa, y la gente rota; las cosas que todos solían saber son olvidadas, porque ese todo es perdido. Cosas nuevas nacen. Caras nuevas aparecen.
Y las aventuras de cada vida encerrada en el pequeño mundo -que ya no está vacío y ya no es pequeño- continúan.
Pero por hoy -y unas cuantas noches más-, con ustedes: La Mansión.]
((FELIZ ANIVERSARIO INMUNDOS ANIMALES. Info del evento aquí. ESTÁN TODOS SUS CHANCHOS CON LOS CHONES BIEN PUESTOS? OJALÁ QUE SÍ. ENTREN A LOS INMUNDOS ANTES DE QUE LES DE UNA PULMONÍA. Byye.
Tiempo atrás, un muchacho se dio a la labor de iluminar el largo sendero que hoy en día los conecta con el cementerio y alguno de los locales más antiguos. El muchachó se marchó, pero su labor quedó. Te damos las gracias, Flynn Scifo— gracias por mantener a raya la oscuridad durante el trayecto a casa. Tu labor se ha vuelto innecesaria por hoy, pero aún así, gracias.
Continúa con los edificios.
Un día, otro espléndido muchacho decidió que era necesario hacer de este pequeño mundo vacío un jardín, y llenarlo de flores. La persona a su lado no vio porqué no, y juntos obraron ardua y ampliamente, en flores y en concreto y en rupias.
Gracias por las risas, Tamaki-kun. Y gracias por la pequeña economía que echaste a andar, Kyouya-san. Ese día, lo que encontramos detrás de su puerta fue sin duda deslumbrante.
Pequeños hogares que alguien levantó para otros.
Un santuario para las penas que querían ahogar.
Una Torre alta. Edificaciones de frío metal.
Las cosas que fueron creadas y regaladas para su beneficio.
Y las estatuas de piedra por las que nadie se detiene ya.
Todo esto vamos a reclamar, hasta que no quede nada de lo que se puedan aferrar y se encuentren despertando sobre el césped. Ocurre rápido y silenciosamente, también— un parpadeo, un segundo de oscuridad apenas, para que incluso los pájaros nocturnos queden con la sorpresa bien puesta. Hogares y calles y faroles y arena y polo y mar (mil disculpas por el inconveniente, Capitán, pero no será ni el primer ni el último pirata que incordiamos. Gafes del oficio, ya ve).
El bosque es lo único que crece, porque es lo único con lo que se rellenan los espacios vacíos que van quedando. El Bosque y el camino de tierra por el que hace años un grupo pequeño caminó. Naturalmente, de ese grupo nadie queda ahora. El tiempo pasa, y la gente rota; las cosas que todos solían saber son olvidadas, porque ese todo es perdido. Cosas nuevas nacen. Caras nuevas aparecen.
Y las aventuras de cada vida encerrada en el pequeño mundo -que ya no está vacío y ya no es pequeño- continúan.
Pero por hoy -y unas cuantas noches más-, con ustedes: La Mansión.]
((FELIZ ANIVERSARIO INMUNDOS ANIMALES. Info del evento aquí. ESTÁN TODOS SUS CHANCHOS CON LOS CHONES BIEN PUESTOS? OJALÁ QUE SÍ. ENTREN A LOS INMUNDOS ANTES DE QUE LES DE UNA PULMONÍA. Byye.