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Horas luego de la llegada de los dragones | Todas partes
[El cielo ha estado todo el día cubierto de gruesas nubes negras, así que es difícil saber con certeza qué hora es y cuánto tiempo han estado luchando por sus vidas. Pero eso deja de importar un poco cuando el último dragón cae con un estruendo, convirtiéndose en otra montaña de rupias. Es entonces el momento de mirarse unos a otros, exhaustos, pero aliviados y hasta contentos, porque hey, acaban de detener una invasión de decenas de dragones, eso no es menor. Siéntanse libres de festejar y sentirse heróicos, de gritar "¡Hurra!", "¡Lo hicimos!", "¡Dame esos cinco!", y "¡Yaaaay!".
Aunque, siendo realistas, es más probable que prefieran arrastrar sus patéticos y maltrechos cuerpos hacia el hospital, y que esos "¡Dame esos cinco!" sean más bien un "¿Dónde quedó mi mano?" y esos "¡Yaaaay!" suenen más como "... Ooowghhnn". ¿Y es mi idea o alguien acaba de decir que lo dejen morir ahí donde está? Bueno, ¡eso no va a pasar hoy, hijo! Porque cuando la amenaza se retira, la gente que se resguardaba en el hospital está lista para ir en socorro de sus valientes guerreros, y atender sus heridas lo mejor posible.
Aquí es donde insertamos numerosas y conmovedoras escenas de reencuentro. Reímos, lloramos, nos abrazamos, y todos contentos nos vamos... de vuelta al hospital. Que probablemente esté un poco lleno por un par de días. Pero bueno, gajes del oficio.
¿Y para aquellos que terminaron saliendo por el cementerio? HAHA, LOSERS. LES VA A LLEGAR.
Pero la H. Gerencia, en su gran benevolencia, se ha apiadado de sus pobres almas y cuerpos atormentados, y hacia al final del día aparecerán en medio de las plazas mesas llenas de tés calmantes, bolsitas con sales y burbujas para baño, aromaterapia de todos los tipos, y unas cuántas punching bags. De nada.
Ah, y antes de que se nos olvide: todas las casas y edificios consumidos por las llamas han sido restaurados. Nos gastamos todo lo del seguro contra incendios, eso sí, así que traten de no quemar nada por unos cuántos meses. Oooops.]
((Post de reacción, backdateado a luego del ataque de los dragones. Eso, básicamente.))
Aunque, siendo realistas, es más probable que prefieran arrastrar sus patéticos y maltrechos cuerpos hacia el hospital, y que esos "¡Dame esos cinco!" sean más bien un "¿Dónde quedó mi mano?" y esos "¡Yaaaay!" suenen más como "... Ooowghhnn". ¿Y es mi idea o alguien acaba de decir que lo dejen morir ahí donde está? Bueno, ¡eso no va a pasar hoy, hijo! Porque cuando la amenaza se retira, la gente que se resguardaba en el hospital está lista para ir en socorro de sus valientes guerreros, y atender sus heridas lo mejor posible.
Aquí es donde insertamos numerosas y conmovedoras escenas de reencuentro. Reímos, lloramos, nos abrazamos, y todos contentos nos vamos... de vuelta al hospital. Que probablemente esté un poco lleno por un par de días. Pero bueno, gajes del oficio.
¿Y para aquellos que terminaron saliendo por el cementerio? HAHA, LOSERS. LES VA A LLEGAR.
Pero la H. Gerencia, en su gran benevolencia, se ha apiadado de sus pobres almas y cuerpos atormentados, y hacia al final del día aparecerán en medio de las plazas mesas llenas de tés calmantes, bolsitas con sales y burbujas para baño, aromaterapia de todos los tipos, y unas cuántas punching bags. De nada.
Ah, y antes de que se nos olvide: todas las casas y edificios consumidos por las llamas han sido restaurados. Nos gastamos todo lo del seguro contra incendios, eso sí, así que traten de no quemar nada por unos cuántos meses. Oooops.]
((Post de reacción, backdateado a luego del ataque de los dragones. Eso, básicamente.))