Tierra de Nada

[Es posible que algunos de ustedes hayan deseado quedarse... recluidos por unos días dentro de sus casas, lo que no tiene nada que ver con vergonzosos secretos traídos a la luz ni con conejos con voz de fumador apareciendo por ahí. No, es solamente que cada vez se está poniendo un poco más fresco, cada día oscureciendo un poquito más temprano, y la llegada del otoño trae consigo las inevitables ganas de quedarse adentro, donde hay frazadas y bebidas calientes para mantenerte cómodo y satisfecho.

El único problema de eso es que, si se quedan encerrados, se perderán el espectáculo de las hojas cayendo de los árboles, el frescor de alguna suave llovizna por la mañana, el aroma a manzanas maduras que trae el viento al caer la tarde. La desventaja de quedarse adentro es que te pierdes las experiencias del mundo exterior.

Pero hay un maravilloso remedio para ese dilema. Uno que probablemente encontrarán en su propia casa, o que se verán obligados a descubrir, por necesidad o desesperación si ya no están familiarizados con él. Uno que les recordará que existe el curioso trozo de pergamino de letras doradas que alguien deslizará por debajo de sus puertas, anunciando que la biblioteca de la Mansión ha sido ampliada, con nuevos tomos y títulos disponibles para los ávidos lectores y los nuevos aventureros en la tierra de los libros.

Y si esa nota los motiva a salir (a pesar de la vergüenza o la incomodidad), descubrirán que, efectivamente, la laberíntica biblioteca de la Mansión parece haberse expandido a varias otras habitaciones del edificio... e incluso hacia abajo, en puertas y escaleras nuevas que llevan hacia el sótano, y túneles que parecen seguir incluso más allá, por debajo de la tierra.




Si siguen por los túneles, podrán notar que parece haber una nueva red de túneles, que siguen y siguen avanzando, llenos de libros y estanterías y libros que cuelgan y libros en el piso y sillas llenas de libros. Todo el lugar está bien iluminado, también, lleno de lámparas y candelabros y velas, y guirnaldas de luces, que otorgan la luz justa para leer en los múltiples y cómodos lugares para hacerlo que encontrarán en cada rincón: mullidas butacas y sillas, sí, pero también columpios, y hamacas, y huecos en las paredes llenos de almohadones, y almohadones en el piso, y escaleras acomodadas con cojines en cada nivel. Hay frazadas también, para los más friolentos, y para aquellos que se pierden por horas y horas en la lectura, podrán encontrar por ahí mesas llenas de bocadillos (fruta, pastelitos, queso, chocolates y frutos seco) y su bebida caliente favorita, para que el hambre no sea un problema.

Es más, aquellos que no hayan querido salir, tendrán la oportunidad de visitar la biblioteca de todas formas, porque esta parece haber crecido tanto que sus túneles cruzan por debajo del pueblo, y en algunas casas nuevas puertas habrán aparecido en sus sótanos que los llevarán a la biblioteca, o de plano la misma biblioteca ha irrumpido a sus casas, y encontrarán nuevos rincones para la lectura.

Parece el sueño de todo lector, ¿no? Pues, al ser un día especial para los libros, les hemos incluido otro regalo: tendrán la oportunidad de entrar en ellos. Maravilloso, ¿no? Así que si están leyendo sobre piratas, de pronto tal vez se encuentren en la cubierta de un barco en altamar, o en la cueva de un tesoro; o tal vez era ciencia ficción, y de pronto estarán aterrizando en un planeta extraño, en un traje espacial; quizás era una novela de misterio, y estarán caminando por las húmedas y oscuras calles de una ciudad desconocida, con un revólver en su mano; tal vez leían historia, y ahora podrán contemplar en persona cómo se construyen las pirámides, o ver a los mamuts paseándose a la distancia; o tal vez simplemente puedan por fin viajar al País de las Maravillas.

Y, no se preocupen, que es un viaje con retorno, así que no se perderán irremediablemente siguiendo al conejo por su guarida. Lo mejor es que pueden llevar compañía, algún amigo o compañero que quiera seguirlos (o que casualmente se encuentre cerca cuando ustedes leían, oops) y pueda recorrer con ustedes esos mundos nuevos, ya que el mundo exterior por hoy no parece tan interesante.

En ocasiones, tal vez sea buena idea llevar a alguien más a tus exploraciones. Hay libros que son fantásticos para perderse en la lectura, pero es otra cosa estar dentro de la historia. Así que, si quieres dar un paseo narrativo, te sugerimos que lleves a alguien contigo: es peligroso ir solo.]

((Post backdatteado al Día del Libro, para celebrar nuestra bibliofilia y esconderse un poco del mundo en estos tiempos difíciles. Lo que dice ahí: si un personaje lee un libro puede "introducirse" en ese mundo por un rato a través de ilusiones, con compañía incluida. Ustedes deciden cuánto peligro correrán sus personajes ahí adentro, hasta que salgan jiji.))