Tierra de Nada

[Para quien lleve la cuenta o le importe en algún nivel, quizá recuerden que hace poquito fue el día de Pascuas. Por lo que no debe ser muy sorprendente que por unos días de pronto haya cosas como decoraciones temáticas por aquí y allá, huevitos coloridos en simpáticas canastas, tal vez algunos chocolates si tienen suerte.

¿Qué? ¿Usar este tipo de magia para reparar los daños gorilezcos recientes? Pero por favor, ¿dónde está su espíritu festivo? Ahora pueden acarrear maderas y trabajar en reparar todo ustedes, con más energía y felicidad.

O quizá no tanta, realmente, porque entre las guirnaldas de papel en adorables colores y otras cosas, hay conejitos de peluche. Algo muy bonito por sí mismo, pero estos conejitos hablan.

Y si bien algunos sólo les desearán un buen día o felices pascuas (atrasadas), otros de ellos dirán cosas mucho más específicas. Reconocerán en las roncas exclamaciones de estos amiguitos peludos, a secretos que ustedes mismos guardan de los demás. Quizá es una identidad que deben mantener secreta por su seguridad. O un pensamiento poco agradable que prefirieron no vocalizar. O esos sentimientos que intentan reprimir, incluso alguna fantasía alocada que no querían que nadie sepa.

Ahora, gracias a sus lagomorfos amiguitos, es momento que estos secretos sean escuchados. Es que no se puede tener un espíritu festivo si andan guardándose todo, ¿o sí?]