Tierra de Nada

[El tímido e incipiente sol primaveral de hoy es engullido por una espesa y misteriosa niebla que surge desde el bosque, tan rápida y súbita que es probable que ni siquiera tengas tiempo de notarla aproximarse, y si lo haces, ni siquiera alcances a preguntarte qué podrá ser, o comenzar a preocuparte.

Pero deberías preocuparte.

Al menos, no parece ser que sea la Nada, esta vez, basado en el hecho de que no has desaparecido, de que no has muerto. Aún, dice una insidiosa vocecita en tu cabeza, la paranoia hija de la experiencia, que te esfuerzas en ignorar. Pero, cuando se trata de estas cosas, a veces es mejor abandonar la razón, y aferrarse a los instintos.

Porque esta niebla no es normal. Es densa, y sorprendentemente blanca bajo la luz del sol aún en lo alto como un disco platinado, aunque de un tono opaco que lo engulle todo-- las casas, los árboles, el camino, las personas, todo parece desvanecerse fantasmagóricamente unos cinco o seis metros frente a ti, sin importar la dirección en la que mires. Incluso casi pareciera que la niebla también engulle el sonido: todo está extrañamente silencioso, con la excepción de algún eco lejano, alguna voz ahogada, algunos pasos súbitamente a tus espaldas, a una distancia difícil de predecir.



¿Recuerdas lo que dijimos sobre tus instintos? Son ellos los que te harán sospechar que no estás solo/a en esta niebla, que algo acecha entre la misteriosa bruma. Por aquí y por allá, tan rápido y tan sutil que creerás haberlo imaginado, un manchón purpúreo cruzando el blanco lechoso, una sombra vaga y amenazadora moviéndose en la lejanía. Pero, ¿está realmente lejos? La sombra se convierte en una silueta, y la silueta se transforma en una figura, y la figura ahora es... algo. Algo familiar. Algo que definitivamente desearías que se hubiera quedado en la niebla, donde sospechabas pero no sabías. Donde no podías ver.

Tu peor enemigo. Una pesadilla de tu infancia. Un terrible error de tu pasado confrontándote. Esa cosa que inequívoca y absolutamente te provoca un terror visceral, un pánico atenazante, el abrumador deseo de correr y alejarte todo lo que puedas.

Deberías hacerle caso a tu instinto, otra vez. Porque, sea lo que sea, se lanzará sobre ti para intentar atacarte, hacerte daño. Y, justo como en la vida, mientras más miedo tengas, más daño podrá hacerte. Más sólida será.

El asunto es-- no puedes defenderte de la niebla. Pero sí puedes defenderte de algo más real que eso.

¿Significa eso que tendrás que estar fuera de ti de horror antes de poder enfrentar y derrotar tu miedo? Probablemente. ¿Eso tiene lógica? No. Pero, como dijimos, estas cosas no se tratan de lógica, sino de instinto.

Será mejor que lo aprendas antes de que anochezca, cuando será más difícil distinguir las sombras de la niebla. Porque, no te engañes: las sombras seguirán ahí. Y realmente no querrás que sigan ahí, no durante la noche.

Bienvenido octubre.]

((¡Post de invasión de miedos! Como dice ahí, las Cosas(tm) que hay en la niebla tomarán la forma de lo que más temen sus personajes, y mientras más asustados estén, más sólidas y reales se volverán-- lo que también significará que sus personajes tendrán más posibilidades de destruirlos. Have fun. 💀))