Tierra de Nada

[Han sido todas unas semanas estas últimas, ¿no es así? Recapitulemos.

Sus casas, sus puestos de trabajo, y este mundo, entregados y compartidos de forma temporal con las almas llegadas desde otros mundos, nuestros queridos y oportunos (o muy inoportunos) visitantes: algo prestado.

Recuerdos traídos desde el pasado por la luz de la luna roja, una antigua emoción, una vieja fotografía, una querida y familiar melodía, la nostalgia de aquello que fue y que no volverá a ser: algo viejo.

La celebración de un comienzo fresco, votos compartidos sobre un altar, ropas elegantes y prístinas, labios inesperados sobre los tuyos bajo el muérdago, nuevas emociones y posibilidades: algo nuevo.

¿Qué es lo que falta? Ah, sí.

Algo azul.

Tal vez eso explica el vibrante color del cielo el día de hoy, o los tonos súbitamente azulinos de sus ropas. Tal vez eso explica... las flores.



De pronto, todo este mundo parece estar cubierto de pequeñas flores azules, nomeolvides fragantes que se asoman entre los adoquines del pueblo, bajo los árboles del bosque, sobre las tumbas del cementerio, bordeando la línea férrea y el río, camino a la montaña, a la playa, a la laguna. Como un mensaje callado que la brisa trae en un susurro secreto, pidiéndole a los visitantes que atesoren sus memorias de este lugar mientras duren, y a quiénes quedan atrás, que los recuerden.

Porque, sí. Todo tiene su final, y esta no es la excepción. Hoy, carteles del color de los nomeolvides anunciarán en varios rincones del pueblo que todas las personas con etiqueta de visitante deberán tomar el último tren de la noche con destino desconocido, para poder regresar a sus mundos. Tal vez algunos de ustedes tendrán la brillante idea de hacer caso omiso a las instrucciones en dichos carteles y permanecer ocultos o simplemente no acudir a la estación a la hora señalada, esperando poder prolongar su visita. Lamentamos decirles que, justo como en los cuentos de hadas, a medianoche toda persona que aún sea señalada como visitante desaparecerá de este mundo, ya sea abordo del tren, o escondida en un armario, o acurrucada en una cama, o recogiendo flores.

Así que... pareciera ser que es un día de despedidas. Está bien que estén tristes: las despedidas son difíciles. Y si hoy se encuentran incluso un poco más tristes de lo que acostumbran, sería muy fácil pensar en el inminente prospecto de la separación, y no tanto sospechar de las pequeñas florcitas. Pero, fieles a su naturaleza y al azul de sus pétalos, probablemente volverán más intenso el azul en sus ánimos y corazones, y su cercanía los volverá más propensos a las lágrimas, a compartir tristes confesiones, recuerdos o pensamientos.

No les diremos que no lloren, porque no todas las lágrimas son malas. Sí les diremos: ¡alégrense por los momentos que pudieron compartir! ¡Agradezcan la inesperada oportunidad! Y aún más, no pierdan las esperanzas.

Porque para algunos, tal vez la despedida será temporal. Para algunos, tal vez la despedida aún tarde mucho en llegar...]

((¡Y ha llegado el último post de nuestro Evento de Cuarta Pared! Como dice el post: la cercanía y contacto con las flores hará que los personajes se sientan más tristes y propensos a verbalizar sus penas. Además, si en estos días alguno de los personajes visitantes es appeado, su etiqueta de VISITANTE desaparecerá en este post.

Les agradecemos a todos quienes participaron del evento y lo hicieron más divertido e interesante, ¡esperamos que lo hayan disfrutado! Y si se quedaron con ganas de más, no olviden que todas las threads del evento pueden usarse como thread de ejemplo de los personajes por los que quieran aplicar oficialmente (durante este periodo de AC, es decir hasta el 31 de marzo), y que siempre podremos volver a encontrarnos en nuestro TDM. ♥))