Tierra de Nada

[La primavera se instaló definitivamente, dejando a su paso días cada vez más cálidos y cielos despejados. Es un alivió, después de todo lo que ocurrió con esas otras vidas y el fin del mundo. Un poco de calma para poder procesarlo todo. Las coloridas flores que aparecieron cuando todo volvió a la normalidad siguen ahí, salvo alguna que otra que ha perdido algunos pétalos por el viento que hay el día de hoy.

Y, para ir con el viento, aparecen por varios lugares abiertos diferentes tipos de barriletes, de muchos colores. Algunos se encuentran sobre las flores, listos para que alguien lo reclame y lo haga volar. Otros ya están en el aire, un hilo atándolos a pequeñas ramitas clavadas en el suelo para que no vuelen lejos.



Lo cual sería una imagen pintoresca, si no fuera porque los barriletes tienen un efecto especial. Mientras que algunos requieren que los toquen, algo tan simple como tomar el hilo, otros son más peligrosos: si su sombra pasa por encima de ti, también te afectará. En un momento estás tomando una bocanada de aire fresco y al siguiente estás riéndote sin control. O has perdido el filtro y dices todo lo que se te pasa por la cabeza. Quizás sientes la repentina necesidad de encontrar a ese amigo tuyo y decirle lo mucho que lo aprecias, o sólo quieres ahogar tus penas en el fondo de una botella.

Sea cual sea el resultado, hay algo en el aire que no se puede evitar fácilmente.]

((Porque nunca viene mal un post silly de efectos y escapar de barriletes. Go wild))