Tierra de Nada

[No ha dejado de nevar en días.

Desde que comenzó, la nieve ha caído como una lluvia de estrellas mudas, ahora en suaves copos, ahora acompañada por un viento helado que aúlla bajando desde las montañas. Con el frío que muerde cual lobo hambriento allá afuera, parece mucho más sensato quedarse en casa, a la luz del calor del fuego, con toda la comida y el abrigo que hayan podido (si es que han podido) conseguir.

Pero la nieve se detiene hoy. Hoy, solsticio de invierno, el día más corto y la noche más larga del año. Hoy, cuando la nieve y la tierra ocultan bajo su superficie las semillas durmientes de las flores que nacerán en primavera. Pero esos colores todavía aparecerán en meses más, y este día todo es blanco, silencio, y oscuridad.

Al menos, hasta que la aurora boreal se extiende como su propio campo de flores sobre el cielo nocturno.



Aquellos que, a pesar del frío, decidan salir a admirar y asombrarse ante el espectáculo del cielo, notarán que la nieve alrededor del pueblo se levanta casi más de un metro, y sin embargo alguien parece haber despejado un camino que lo atraviesa y llega hacia la estación del tren. Allí está el tren, esperando humeante a aquellos que decidan tomarlo, en un recorrido especial que esta noche los llevará directamente al lago.

El lago congelado.

El agua no ha sido indiferente a la ola de frío y ahora se extiende como una superficie dura, lisa y fría de grueso hielo, que refleja como un espejo empañado las luces del cielo. Es una vista romántica, como salida de una postal, y probablemente querrán quedarse allí un buen rato, si no fuera por el frío que cala los huesos...

¡Ah! Pero, ¿qué es eso, allí en la orilla? Cerca del pequeño muelle del lago congelado, han aparecido patines para el hielo de distintos tamaños y colores, listos para que quién lo desee pueda usarlos. Seguramente lucir sus habilidades sobre el hielo, arrastrar a algún amigo para enseñarle o caer repetidamente sobre sus partes traseras al intentar aprender sea ejercicio suficiente para entrar en calor (y las risas y los buenos recuerdos basten para abrigarles el corazón).

Hablando de recuerdos... En este día en que reinan el frío y la oscuridad, y en que la vida parece tan lejana, tal vez se sientan más cercanos a aquellos que hoy también yacen bajo la tierra. Aquellos que han partido y que no son más que un cálido recuerdo (esperemos) en sus corazones. No se sorprendan si las luces de la aurora boreal bajan hasta ustedes y forman figuras, siluetas, la sonrisa tornasolada de algún ser querido y perdido.

No les teman. Son sólo recuerdos. Y, como la nieve y el hielo, como el frío y la oscuridad, no durarán para siempre.]

((¡Post de invierno, backdatteado al 21 de junio! Como dice en el post, la aurora boreal podrá tomar la forma de sus seres queridos muertos, al más puro estilo de Brother Bear. ¡Disfruten el post! ♥))