Eso es. Eso es todo lo que necesitan saber. El mensaje se lee claro en letras negras y cursivas, en ese pequeño y primoroso cartelito que apareció colgado sobre la cabecera de sus camas, y que hagan lo que hagan no podrán quitar.
Seguramente van a tener un dÃa divertido, intentando descifrar el ominoso mensaje. Tal vez se refiera a que... es la temporada de hacerse cariño, luego de tantas heridas y sufrimiento de la semana pasada. Es el momento de reconfortarse, de ir a dar una visita relajante al spa, de hacerse comida deliciosa, de ir a abrazar a tus amigos, o de quedarse acurrucado calentitos en la cama con alguien, para asà engañar el frÃo de las noches, de las mañanas-- ¡Ah, espera! Tal vez es esa temporada, porque sÃ, ha estado horriblemente frÃo estos últimos dÃas, y cuando empieza a caer la tarde, suaves copos blanquecinos comienzan a car desde el cielo, y pronto lo empiezan a cubrir todo de blanco...Seguro es eso, ¿no? ¡Comienza la temporada de nieve! Con sus guerras de bolas de nieve, y sus fuertes, y hombres de nieve, y abrigos y botas, y chocolate caliente... SÃ, eso debe ser, se dicen a ustedes mismos, mientras entran a sus casas, encienden el fuego, y se arropan en su manta más abrigadita para ir a acostarse y dar por terminado el dÃa, tratando de no pensar mucho en el cartel sobre sus camas, reconfortándose en la visión de la nieve cayendo afuera.
Tontos. Bufones absolutos. ¿Creen que dormirán esta noche? Oh, no, no. Pero ustedes no quisieron escucharnos, ¿cierto? No finjan que no les advertimos. No digan que no lo vieron venir.
Aunque, si han llegado hasta aquà sin saber de lo que hablamos, probablemente merezcan quedarse en cama todo el resto del dÃa. Pero ya lo saben, ¿no?