World is Mine

[Hehehehe, un italiano salvaje ha aparecido en tierras niponas. Pero no esta ahí sin razón alguna. ¡Oh no! tiene una misión super importante que cumplir. Así que apenas puso un pie en suelo japonés, se dirige a casa de Japón. Ignora incluso a las lindas niñas en kimono que ve en su camino. Bueno quizás las saludó, charló con ellas un poco, y les pidió sus números, pero al final no entendió nada, así que no tardó mucho.

Sonríe para sí mismo. Se pregunta si Japón estará feliz de verlo también. Y si le invitará a comer alguna comida extraña y deliciosa de su casa. Y si podrán bañarse en las aguas termales. Ríe un poco, seguro lo dejará  dormir la siesta en una de esas mesas enanitas con cobijita y Japón le haría mimos en la cabeza pensando que se ha quedado dormido. Eso era en verdad bueno.

Toca el timbre de la puerta ansiosamente al tiempo que grita el nombre del japónes. No puede esperar. Quizás haga más ruido del que es debido. O quizás alguien en la cuadra se quedó sin oírlo, pero no es muy probable...]

((Cerrado para Japón))