World is Mine

[ Había pasado algo de tiempo desde que había disfrutado de relatar una buena historia de terror, verdad? Y como buen japonés apegado a sus culturas debía de organizar un gran evento en el que helaría la sangre a todos y cada unos de los valientes que se atrevieran a acudir. Satisfecho con su idea, y orgulloso por el hecho de que de esa forma muchos conocerían más acerca de las historias tradicionales japonesas, se dispuso a decorar el templo de tal forma que se viera lo más acogedor posible, pero que no por eso dejara de ser un tanto terrorífico.

Después de todo, los templos eran los lugares ideales para relatar esas historias, y además, era el sitio en el que los espíritus se reunían e intentaban espantar a los visitantes. Pero, por supuesto, él ya no creía en esas cosas, y además, ¿Quién lo haría?... Aún así, a pesar de eso, hizo una barrera protectora, consistente en colocar cuatro velas en los rincones del templo, todas encendidas con el fuego procedente de una quinta vela, y finalmente, un cuenco antiguo hecho de barro, en el cual había puesto agua sacada del pozo que se encontraba en los terrenos del mismo templo.

Eso era más que suficiente para pasar una noche inolvidable. Ahora sólo debía esperar a que los demás se encargaran de traer los bocadillos.]



{Post abierto a todos los que quieran morir de terror esta noche (?) Y no, Japón no se hará cargo de los espantos y los ataques cardíacos que pueda generar (???) ok, no}