[Después de más de cinco años en el trabajo ya debería estar acostumbrado a las ocurrencias de Lea, o al menos tener idea alguna de con que sorpresa le iba a salir ahora. Tal vez es por su falta de creatividad, pero esta vez Isa no tenía la menor idea de la razón por la que había sido mandado a llamar. Que él supiera no había razón para salir ese día, ninguna entrevista que atender o asuntos en los que tuviera que acompañar Lea a su padre. Todas las diligencias estaban resueltas.
Pero claro, eso no era un impedimento para Lea. Resignado, Isa anunció su llegada golpeando una vez la puerta y entrando a la habitación luego, como de costumbre.]