El Rincón Azul

[Ese día a estado de lo más tranquilo y no falta mucho para que las clases lleguen a su fin, por lo que pronto los alumnos se irán, quedando solamente aquellos que pertenezcan a algún club.

Para su suerte, ese día la reunión del club de música se había cancelado, por lo que podría disfrutar de algunas horas de soledad.

Toma asiento frente al piano y cierra los ojos, concentrándose solamente en la melodía que comienzae a sonar en su mente y que, segundos después, sus dedos transmitan a las teclas, inundando el aula con las suaves notas.]

[Es bueno tener un taller para él solo. O una especie de taller, no importa mucho mientras tenga espacio para sus cosas y no tenga que soportar a la bola de idiotas que trabajan con él.

Bien, de acuerdo, su taller será más una especie de oficina particular algo pequeña (no por el espacio, sino por la cantidad de herramientas, partes, cables y aparatos que tiene desperdigados por todo el lugar), pero no se queja. No mientras nadie vaya a molestarlo.

Y en ese “nadie” su jefe totalmente está incluido, gracias.

Así que, no importa que ya sea bastante tarde y haya terminado su horario de trabajo. G igualmente sigue en su “taller” peleando contra su nueva invención, y más vale que nadie se atreva a distraerlo.

NADIE.]