Miss Goldstein, busco un mundo para los magos dónde los magos puedan ser libres. Donde los muchachos de increíbles talentos como el pobre Credence no sean golpeados y apaleados por su magia. [Por un momento breve, a pesar de él, vas a sentir un atisbo de algo similar a la culpa y un casi, casi reflejo de una niña rubia, un vistazo de horror horror de un adolescente pelirrojo de ojos azules] Quiero un mundo donde los magos no deban vivir escondidos por su magia.