[El caldero. Sí, el caldero sería el mejor lugar para comenzar, si alguien quisiera intentar algo, aunque puede pensar en muchas cosas y en ninguna. Te abraza más fuerte contra él, cuando siente que te pierde, dejando de respirar por un momento.]
... Lo siento. [Su voz suena ahogada.] Debí haber hablado con Isobel, debí haberle dejado claro... Tal vez no hubiera creado ese hechizo entonces. Tal vez, yo... [Se encuentra sin saber qué decir, por un momento. Está aterrado ante la posibilidad de perderte de esta forma.]