[En algún momento, ya más tranquilo, con más calma, con el corazón algo más sereno, quizá también puedas notar otra presencia. Suave, como brisa de verano, como flore silvestres. Quizá te parezca escuchar música circense, a veces, y de reojo a veces puedas ver casi, casi una figura, pero al voltear sólo sea un árbol o un reflejo del sol en la nieve.
Hasta que, de repente, con una mano contra el tronco del árbol en la plaza principal, puede materializarse. Casi]