[Desventajas del asunto: detesta las fiestas. La única parte buena al menos es que implica que puede beber algún trago en algún lugar relativamente discreto.
O es lo que habría intentado hacer después de aburrirse de forcejear con lo más parecido a un accesorio del ¿disfraz? que lleva puesto, sigh. Las cicatrices al menos son naturales.]