[Mira... lo cargaste en brazos por casi dos horas a través de la nieve para evitar que fuera él quien perdiera los dedos de los pies, y no tiene su habilidad de siempre para aliviar tu dolor. Así que cállate, te va a ayudar de la forma que pueda y te vas a aguantar.]
[Te ignora, sentándose y tiritando más despacito ya, para buscar tomar tu pie entre sus manos y empezar a masajearlo despacio.]