[Habrá sido uno de los últimos en irse de la fiesta para Margo, pero por suerte pudo evitar quedar atrapado en el spa para en cambio estar... atrapado en el Muntjac. No está muy seguro de qué lo despierta la mañana siguiente, si la resaca o el frío. Entre eso y cómo se escucha el ruido del viento y la tormenta, decide que es un buen día (¿o tarde ya? no está muy seguro) para quedarse adentro.
Al principio no le da mucha importancia al frío y a la nieve, realmente. El Muntjac es un lugar de lujo y además, con su magia, la de Eliot y la de Margo pueden asegurarse de mantener el lugar lo suficientemente cálido. No, realmente el problema empieza mucho más tarde, cuando ya es evidente que la tormenta no va a parar pronto y cuando, de poco, el frío empieza a colarse de nuevo a pesar de cualquier hechizo que intente hacer. Eso le preocupa, pero aún no se da cuenta que es su magia dejando de funcionar. Piensa que quizás es una idea suya, o un evento.
En un momento, con ya un suéter y una campera encima, se le ocurre observar por una de las ventanas circulares del barco. Tiene que desempañarla con la manga de su ropa antes de lograr ver algo, pero esto sí que no se lo esperaba.]