[Oh. Eso hace vacilar su expresión, algo sorprendido, porque no era lo que esperaba. Y luego parece abrumado por un momento, antes de bajar la vista otra vez y hablar muy quedo:]
No puedo ir hasta donde está él. [Frunce el ceño, y casi suena enojado.] Y no iría aunque pudiera. [Aunque no es cierto. Sabe que no es cierto.]