[Se encoge un poco, tensándose más de inmediato y pegándose más a la pared. Endurece su mirada todo lo que puede sin que parezca que te está provocando (nunca a un adulto), y se queda mirándote como evaluándote. Si conoces el nombre de su padre, seguramente no es nada bueno.]
[Pero tras unos momentos de mirarte tercamente, asiente casi imperceptiblemente. Tampoco quiere darte motivos para que te enojes si no responde.]