[La irregularidad es lo de menos. Quieren sacarle una confesión y están dispuestos a cualquier cosa, incluso si eso significa no dejarle salir en una pieza de esa sala. El policía le advierte esto luego de pisarle una pierna en el piso con fuerzas.
Y sin tener más opción debe firmar resignado el documento que el hombre pone frente su cara toda golpeada.]