[Ni lealtad, ni confianza, ni ningún sentimiento de aprecio o calidez. Todo lo que seguirá a continuación será más miedo, la horrible sensación de sentirse observada y controlada, juzgada y humillada. Y algo en ese sentimiento hace que el sueño cambie, que no puedas verlo claramente, sólo percibir las siluetas de la reina y ella, enfrentadas, el brillo de un cuchillo entre ambas.]
[Detenme, Winter.]
[Y de pronto, una fría determinación, resistencia. Una rebeldía tan firme que supera al miedo y al dolor.]
[Lo siguiente que verás con claridad es a ella avanzando, con la mirada vacía y fría, pero el paso seguro. Y los cortes en su rostro, todavía sangrando.]