[Vanitas la llevará a un lugar a salvo, donde hay un diván en el que pueden sentarse a charlar o al menos, a hacer el intento puesto que ella parece estar más enfocada en lamer la sangre del brazo que anteriormente le ha mordido con cierta desesperación.
"Jeanne, ¿eres una portadora de la maldición?"
Aunque quisiera responder, no puede. Porque su garganta se cierra antes de poder emitir palabra alguna, algo o más bien alguien la tiene bajo un juramento que no puede inquebrantable.
...Ya no puede luchar contra su sed, ha aguantado mucho por tratar de cumplir su promesa, de no beber de nadie que no sea él. Este hombre que supuestamente detesta es de quien depende para no lastimar a nadie, así que se abalanza para morderlo.]