[No, va a seguir forcejeando. No va a parar porque tú se lo digas, a ti es al que menos quiere escuchar ahora... porque no hace falta preguntar, sabe que viste lo mismo que él y estar consciente de ello lo hace sentir molesto.
Si no puede mover los brazos, va a intentar sacudirse, pegarte un rodillazo, lo que sea para sacarte de encima mientras se queja y aprieta la mano con la que rompió anteriormente el vaso, sin dejar de sostener algunos de los trozos de cristal en la palma. Déjalo en paz.]