[Definitivamente cualquiera de las dos cosas funcionaría para aliviarle un poco el malestar, le daría tiempo al menos de centrarse en otra cosa.
Pero ahora apenas y pasarse con insistencia la mano sobre la cara, como si la pesadilla de antes le hubiera revivido también el dolor punzante del lado derecho de su rostro.
No necesita preguntar si es que viste lo mismo que él. Lo tiene casi asumido y esa es la parte que más le disgusta de todo.]