[Siente algo como alivio, viendo que pudieron ayudarte. Y sí, reconoce al médico, y-- bueno, ahí está. Lo que le contaste alguna vez, cuando él te preguntó cómo perdiste el ojo. Sólo que en esa ocasión apenas pareció haberte importado perderlo, o que tu medio hermano hubiera muerto... y ni siquiera mencionaste a ese hombre. Madarame.
... Tiene que haberte dolido mucho su muerte, ¿huh? Realmente te agradaba. Cosa que no entiende, si iba en serio con lo de tratarte como una mascota.]
[Pero no puede seguir preguntándose esas cosas de momento, porque él también despierta, aunque en su caso es más despacio, sintiéndose simplemente... drenado tras todo eso.]