[Tras unos momentos, el hombre de rostro pálido cierra los ojos, y la mujer llama la atención de Watson, le dice que no está respirando.
Watson se pone alerta, dejando de lado las suturas que estaba usando y apresurándose a acercarse al hombre. Le toma el pulso en el cuello, y al no sentirlo, da instrucciones: rápido, que alguien le alce las piernas, sosténganle la cabeza.
Se inclina sobre el hombre, las manos en su pecho: Por el infierno, no te me vas a morir. Da un par de compresiones, y al ver que no reacciona, se detiene un segundo, y le habla directamente al hombre.
No te la voy a hacer fácil. Y luego retoma las compresiones, golpeándolo con el puño en el pecho con fuerza una vez, volviendo a comprimir, cada vez más fuerte y desesperado a medida que el hombre no reacciona--]