[Lo hacen, por un momento, escapar de las luces. Pero sólo porque hay una mezcla de recuerdos del efecto de esas luces en él, de las drogas, mostrando alucinaciones que tenía.
Estar en una oficina, escuchando a un hombre hablar de un asesinato, sólo que apenas puede distinguir lo que dice, preocupado por el mareo que aún siente, por su rostro cubriéndose de sudor, por la forma en que tiembla. Por las cornamentas de ciervos que ve saliendo de las paredes, medio atrapándolo entre ellas.]