[Y vaya que tienes tiempo para conocerlo. No te explicas cómo, ahí estás tirado en una cama con ese enigmático hombre, desnudos y sin decirse ni una sola palabra. No es la primera vez que terminan así, ya se ha empezado a volver una costumbre cada vez que salen de algún inconveniente en las calles.
Porque si hay algo que le gusta más a Madarame que la violencia... son los gatos.
Todo es ganancia. Ambos obtienen lo que quieren y tú al mismo tiempo te sientes cómodo y libre porque no necesitas darle un nombre a lo que hacen.]