[El escenario cambia a uno que probablemente te es desconocido, aunque no absolutamente extraño. Es algo que parece una sala de una casa, de aspecto elegante y ordenado, y hay dos sillones enfrentándose. En uno de ellos, se sienta él.
Y en el otro, una mujer rubia y hermosa que seguramente sí te resulte conocida. Bedelia Du Maurier.]