[Pero deben decir su oración, continúa diciéndole a los cazadores de brujas.
Oh, Poderoso Señor Oscuro, por quien todas las cosas se prenden en llamas... Uno de los cazadores intenta resistirse, dice que jamás lo repetirá, y las manos de Sabrina se encienden en llamas.
¡Di la oración! Es su única oportunidad... ¡vamos! Su tono es casi burlesco al hablar, aún en esa voz de ultratumba. ¡Díganlo conmigo! ¡Oh, Poderoso Señor Oscuro...!
Y ahora, aterrados, los cazadores repiten las palabras.]