[El cuerpo de la mujer sufre ligeras convulsiones conforme avanza el día, en algún momento sacando un cuchillo de sus bolsillos para presionarlo con una fuerte resolución contra su yugular pero sin atravesar la piel. No aún. Le queda cada vez más tiempo, pero todavía no es el momento, pero no dudará en acabar consigo misma antes de lastimar a su bebé.
Por suerte no tiene que esperar más. Hay pasos cerca y otra mujer de piel oscura que entra a la habitación, su expresión completamente abatida ante la escena, mientras que la mujer con el bebé en brazos luce completamente aliviada y agradecida con su presencia.