[No puede evitar pensar en su abuela. Ella era una reina, ocupaba un rol importante, sí, pero también peleaba y hacía cualquier cosa terrible que quisiera. Pero... era una reina. Eso no se aplica a cualquier otra mujer.
Mira al cuerpecito inerte y duda si se le puede considerar ganar a eso.
Luego, cuando terminas de enterrar al cuerpecito de la niña, va a sentarse en la arena junto a ti. No puedes escucharla, pero quizás tu presencia pueda hacerte compañía de algún modo. Al menos, eso desea.]