Porque la mujer hermosa en el escenario canta sobre el amor, y te mira a ti cuando lo hace, y te sientes como el hombre más afortunado del mundo. Sólo existe ella por un momento, y sus ojos, su sonrisa, su voz--
Un disparo.
Atraviesa justo por el centro del pecho de la mujer, su voz silenciada de golpe, su cuerpo menudo cayendo al escenario.
Y tú, paralizado. Eso no acaba de pasar. La gente a tu alrededor comienza a gritar, a moverse, a correr hacia el escenario, pero tú no puedes moverte, porque eso no acaba de pasar. No tiene sentido. Ella estaba ahí, cantando. Estaba sonriéndote. Y ahora no puede estar...
Simplemente miras, sin poder hacer nada. Hay un vacío en tu pecho que pronto se llenará con el dolor más insoportable que conoces, pero ahora sólo miras el espacio que ocupaba la mujer hace un minuto, las flores y la jaula con el pájaro aún en tus manos.]