[En vez de desaparecer, es un anhelo que no deja de crecer. Quisiera formar parte de ese mundo mágico de brujos y fantasías.
Y entonces, un día que parece ser como cualquier otro de una ardua jornada de trabajo, aparecerá en la tienda un hombre peculiar. Ese día simplemente ha venido a encargar algunas telas, pero resulta que es un brujo, el sombrero puntiagudo que se coloca al momento de ayudar a unas personas a las que se les ha estropeado su carruaje le delata.
¡Acaba de conocer a un brujo! ¡Ahí mismo, en su casa!]