[Pero, de nuevo, algo de familiaridad debes encontrar en las sensaciones intensas y extrañas que lo abruman mientras su cuerpo cambia, muere, y nace luego a su nueva vida inmortal.
La terrible sed que quema su garganta de pronto. Y que a Magnus no parece importarle demasiado explicarle cuando regresa por él, y por fin le permite salir de esa habitación horrorosa.
Sólo para informarle dónde guarda su fortuna, y proceder a caminar directo a una pira de fuego, muriendo sin dedicarle otra mirada a él, que lo observa con horror y confusión, con una terrible sensación de miseria y desamparo.]