[El sonido de las olas le eriza un poco el pelaje, la orilla del mar no es un lugar que sea de su agrado porque la arena no se lleva muy bien con él en general, pero un rápido vistazo alrededor lo relaja al ver que no está necesariamente en la playa.
Aun así está un poco confundido, ¿qué hace aquí? ¿Por qué estás aquí tú también? Porque no tarda en reconocerte.
Aunque igual hay algo que simplemente lo detiene de alarmarse por completo, algo que nubla su mente convenciéndolo de que esos detalles no importan-- por ahora. Por lo que puede contemplar la escena frente a él sin cuestionarlo demasiado.
Y ayuda que el sentimiento que desprendes sea contagioso, no puede evitar sonreír un poco a ello. Es definitivamente agradable.]