[Por suerte la frustración no va a durar mucho. El aparato por poco estalla, pero logran salvarlo. Y en vez de una bala, el médico recibe un abrazo.]
[Con la calma, el sueño empieza a perderse, todo se ve borroso unos segundos, hasta que el hombre de rojo se vuelve más nítido otra vez, hablando de espaldas como si lo vieras desde atrás. Antes de que todo se desvanezca otra vez, puede que alcances a escuchar como los presenta: Para servirle, el Ráfaga.]