[Pues, no, no te escucha. Parece demasiado ocupada mirándose al espejo, su rostro a su percepción deforme y horrible, la sensación de estar atrapada otra vez, la humillación de haber sido vendida...
Así que en un gesto de rabia y frustración golpea el espejo con sus manos, con fuerza, rompiéndolo en varios trozos. Y si bien sigue llorando, pronto uno de esos trozos llama su atención.]