[No es un mal sueño, al menos. Tampoco es un buen sueño, pero esos son detalles.
Porque ahora te encuentras en algo que parece un salón de trono en un castillo-- paredes de piedra, pilares, largas ventanas, y sobre escalones que crean una tarima, cuatro tronos de piedra. Dos de ellos actualmente ocupados, por un hombre joven y esbelto con una corona sobre su cabeza, y una mujer hermosa, con aspecto de estar bastante emputecida... porque, efectivamente, lo está.