[Cierto bardo cumplió con la consigna de ir al baile bien vestido, sí, y uno esperaría que estuviese bailando o tocando su laúd para darle su toque a la música del lugar. En vez de eso está ya asentado en una esquina, con un buen trago en la mano, claramente no del mejor humor. Desde hace unos días que la inspiración lo ha abandonado-- no logra escribir nada potable, las melodías que intenta componer se escuchan horribles e incluso cuando intenta tocar sus canciones clásicas, parece que sus dedos no quieren ir al lugar correcto. Para alguien que basa toda su personalidad en su música, poesía y llamar la atención, esto es una verdadera tragedia.
¿Quizás la velada invernal logre tarde o temprano levantarle un poco el humor?]