[Su mala relación con la gran mayoría de sus hermanos y hermanas es así de trágica.]
Ambos somos hijos de Enefa y Naha, por lo que tuve una fuerte conexión con él casi desde el inicio. Le enseñé a jugar y viajar entre las estrellas, a saltar cerca del Maelstrom sin ser destruidos en el proceso, fuimos inseparables por mucho tiempo, ambos libres y salvajes por eones... Su forma más real siempre fue del color del vidrio y sin un rostro, con características que no parecen tener sentido o armonía.
A pesar que estoy seguro que fue feliz conmigo, también estaba triste... incompleto, vacío porque no había encontrado su naturaleza. [...] Eso cambió cuando los mortales comenzaron a tener pensamientos más elaborados y eventualmente comenzaron a soñar, pude verlo tan claro entonces, fue como si su alma se hubiera llenado por primera vez. No fue la primera o última vez que vi a uno de mis hermanos hallar su naturaleza, pero... [Se sacude de hombros.] Me dejó a cambio de los mortales.