[Sí, te dejará ir para esas alturas, porque humillarte así le basta como escarmiento por ahora. Bueno... tal vez no exactamente, porque digamos que te deja encima parte de esa confusión que sentiste-- sólo que no tanto respecto a los peces y el sexo, sino más bien respecto de tu música. Cosa que probablemente descubras cuando durante las próximas semanas intentes cantar, tocar o componer cualquier cosa-- será también casi como si hubieras olvidado todo lo que sabes al respecto.]
¡Bien, bien! Ese fue un gran intermedio cómico. [Se pone de pie, volviendo al frente del salón.] Ahora, es momento de volver a la verdadera clase...